En esta entrada introduciré un tema que está ahí, pero del que a ninguno nos apetece hablar. Voy a tratar de instintos muy básicos, casi de supervivencia, que tiene todo ser humano. Nadie está libre de querer más y más. Es la famosa avaricia. Pero al sentir su zarpa, como he puesto en otras entradas, debemos ponernos a buen recaudo.
Hace poco, en una ciudad europea, se me agacha un individuo al lado cuando estaba en la acera esperando a mi pareja, y me dice si es mío un pedazo de anillo de oro tipo alianza (pero el doble de grueso) que aparentemente estaba tirado en el suelo. Cuando le digo que no, no una, sino varias veces seguidas, parece que insiste en que me lo quede ya que el anillaco estaba en el suelo, a mis pies, y era yo la persona más cercana al mismo. En ese momento siento el zarpazo de la avaricia y es precisamente mi desconfianza ante esa tentación la que me hace decir firmemente en inglés que no es mío y que me deje en paz. El hombre se va con el anillo, pero no contento sino totalmente desconcertado...Creo que me libré de una buena si llego a decir que sí. A lo mejor termino en un calabozo, en una trifulca o pagándole una indemnización a su legítimo dueño. Luego reflexioné y recuerdo ver a sus compinches, en plan trileros. Lo cuento también por si os ocurre algo parecido.
Hay que aprender a controlar ese instinto, pero no sólo como actitud general en la vida, sino también en nuestra operativa en Bolsa, que es de lo que trata la entrada. Y el título está bien puesto, ya que de lo que quiero hablar es de que tener una actitud avariciosa, ahora que parece que algunos valores concretos están remontando el vuelo, puede acarrearnos bastantes pérdidas y no-ganancias en el largo plazo. En fin, más que irme por las ramas voy a concretar...
Alguno de los valores de mi cartera han rozado semanas atrás casi el 50% de revalorización. Y otros les siguen con porcentajes entre el 30 y el 50%. Cuando ves esas cifras de posibles ganancias latentes que se podrían materializar con una simple rotación de cartera, entonces la avaricia hace su aparición y se siente su cálido aliento que nos pide más y más, aunque haya que romper la estrategia.
Y, señoras y señores, es la estrategia la que siempre nos protege de males mayores, de desgracias no previstas y, sobre todo, de nosotros mismos. Porque somos nuestro principal y mayor enemigo...
Por supuesto, en mi estrategia está prevista la rotación de activos cuando se alcanzan muy altas revalorizaciones: 100% para las acciones USA y UK y 75% para las de la bolsa española. Pero la tentación "vive arriba", en nuestra azotea, y cada vez que algo destaca revalorizándose ahí está con la matraca de rotar cartera...
Vender antes de tiempo, comprar gangas a precio de derribo (OHL, POP, etc), volver a vender después de una mínima revalorización, entrar en pérdidas, promediar a la baja repetidas veces, en un sólo valor, mientras cavamos nuestra propia fosa, comprar y vender impulsivamente, una y otra vez... Estas son las manifestaciones de la avaricia. No pasa nada por sentirlas o de vez en cuando seguir sus dictados, siempre que seamos conscientes de ello y no perdamos nuestro norte ni nuestro rumbo.
Es llamativo que, en Bolsa, el dinero no se gana "avariciosamente", sino con la cabeza fría y decisiones racionales...¡Qué curioso! En fin, paradojas que tiene la vida...
Os deseo un buen y lluvioso fin de semana...Para los que estamos invertidos en eléctricas con mucha producción de hidroelectricidad, la lluvia es oro, lo mismo que para el campo...
Un abrazo
Julio
Por supuesto, en mi estrategia está prevista la rotación de activos cuando se alcanzan muy altas revalorizaciones: 100% para las acciones USA y UK y 75% para las de la bolsa española. Pero la tentación "vive arriba", en nuestra azotea, y cada vez que algo destaca revalorizándose ahí está con la matraca de rotar cartera...
Vender antes de tiempo, comprar gangas a precio de derribo (OHL, POP, etc), volver a vender después de una mínima revalorización, entrar en pérdidas, promediar a la baja repetidas veces, en un sólo valor, mientras cavamos nuestra propia fosa, comprar y vender impulsivamente, una y otra vez... Estas son las manifestaciones de la avaricia. No pasa nada por sentirlas o de vez en cuando seguir sus dictados, siempre que seamos conscientes de ello y no perdamos nuestro norte ni nuestro rumbo.
Es llamativo que, en Bolsa, el dinero no se gana "avariciosamente", sino con la cabeza fría y decisiones racionales...¡Qué curioso! En fin, paradojas que tiene la vida...
Os deseo un buen y lluvioso fin de semana...Para los que estamos invertidos en eléctricas con mucha producción de hidroelectricidad, la lluvia es oro, lo mismo que para el campo...
Un abrazo
Julio