jueves, 28 de abril de 2016

El beneficio decreciente de los bancos y el dividendo

Estos días estamos teniendo noticias de los resultados del primer trimestre de los grandes bancos españoles. Tanto BBVA como SAN han reportado un descenso del beneficio respecto al mismo trimestre del año pasado. Y esto debe ser tenido en cuenta así, como viene, sin descontar efectos divisas ni otras zarandajas. Han ganado menos dinero. Y parece que la tendencia, que ya apuntó el año pasado, se consolida. 

El descenso del beneficio obedece a varias causas, pero la más importante es la tendencia de "tipos cero o negativos" que impone el BCE con su política monetaria ultraexpansiva, para combatir la deflación. Pues uno de sus efectos, no deseado, es el estrechamiento de los márgenes de intermediación bancaria y los graves aprietos financieros a los que se somete a toda la banca. Los beneficios y la sostenibilidad del dividendo está en entredicho. Por eso han caído las cotizaciones de los bancos estos últimos meses, y por eso cae hoy el BBVA un 8%. 

Aunque, sobre el papel, las entidades españolas pueden resistir bien por ahora sin plantearse de una manera inmediata el recorte del dividendo, sí que puede haber variaciones en la política que estaban tratando de seguir hoy día. El incremento paulatino del dividendo prometido por el Santander se antoja, ahora más que nunca, una quimera. Lo mismo el paso al dividendo 100% en efectivo que busca con ansia el BBVA. Los papelitos siguen siendo necesarios, al menos por ahora. Y cada papelito emitido es un pasito hacia atrás en la política de dar el dividendo 100% en efectivo, que ha caracterizado, desde siempre, a todos los bancos españoles.  

Otra consecuencia, que se deriva de la anterior, es que las cotizaciones permanecerán más o menos bajas durante un tiempo. Los ríos de liquidez prometidos por el BCE parece que nos van a llevar al IBEX a 10.000 pero desacoplado de la cotización de los bancos, que no acaba de remontar. ¡Mira que es complicado esto de la bolsa! Y yo que me iba a comprar un coche con las suculentas ganancias en un par de años...Tendré que meterme en el mundo de los derivados financieros para conseguirlo, porque a este paso...(lo digo con ironía, ya me conocéis, sobre todo si me habéis seguido en los últimos posts).

Los chorretones de dinero que está inyectando el BCE en el eurosistema también pueden tener más efectos secundarios; por ejemplo la formación de burbujas en los precios de determinados activos. Como del sector inmobiliario todavía nos dura la vacuna que nos pusieron en 2007, quiza el riesgo esté en otros activos, cuyos pinchazos hayamos olvidado. A mi humilde entender, la bolsa USA está carísima, pero es cierto que hacia allí termina yendo parte del dinero de los QE, tanto americano, como japonés o el europeo. El DINERO, con mayúsculas, no tiene fronteras, no como el dinero con minúsculas que es el que tenemos unos pocos de minoristas por estos lares...

A lo mejor me estoy equivocando y estas bajadas obedecen a inversores avispados que se quitan de en medio ante la inminente creación de los bancos Google, Amazon, Facebook, EBay y Alibaba...Por cierto, algunos de estos ya existen...

Finalizo ya, esta vez sin hacerme ningún propósito concreto. Mi decisión de estos últimos años de no tener bancos, ni para mal ni para bien, me ha ahorrado muchos quebraderos de cabeza en el pasado, también en el presente y quizá, sólo quizá, en el futuro. Por ahora no me arrepiento y que me quiten lo "bailao".

Venga, que ya falta poco para terminar la semana. Y la primavera veraniega a la vuelta de la esquina. Ya he salido de corto con la bicicleta...

Un abrazo

Julio


viernes, 22 de abril de 2016

Los cuatro fondos

Recientemente me comentaba un lector el enorme riesgo que podría suponer, en una estrategia de inversión bursátil, el tener que vender acciones a los 10 años y encontrarse con pérdidas. Y en este punto le daría la razón, es un grave riesgo invertir en renta variable y tener sobre las acciones, como una espada de Damocles, la obligación de una fecha de venta. Por eso, desde hace muchos años, cambié de tener una estrategia sencillamente "a largo" a una operativa tipo B&H, donde en principio y para siempre, NUNCA VOY A VENDER MIS ACCIONES. 

Este modo de invertir parece sencillo, pero en la práctica es tremendamente difícil porque supone tener las cosas claras desde un principio y no andar continuamente cambiando de estrategia según nos van convenciendo más unas cosas u otras, o según vamos fracasando en otros modos de inversión. Es un dicho en este mundillo que los valores en los que uno va a largo son empresas en las que uno iba a corto y ha fracasado. Se ha quedado "pillado". Espero que ese no sea nuestro caso, porque si no habrá un grave problema, y es el de no seleccionar cuidadosamente en qué valores va uno a largo. 

He dicho antes que no pienso vender nunca, pero hay excepciones, como la que apliqué hace poco a ENAGÁS. Sería el caso de una rotación de cartera por la aparición de un deterioro irreversible o de un riesgo nuevo y permanente que no se está dispuesto a asumir. En mi caso, fue el riesgo político ocasionado por la irrupción del populismo, que cambió mi valoración de esa empresa. Y vendí rápidamente y con plusvalías, como han de hacerse las buenas rotaciones. 

Bueno, pues dicho esto conecto ahora con el título del post, los cuatro fondos. Como he comentado antes, practicar B&H es muy difícil. No sólo por la fortaleza mental que se requiere si no por la compleja planificación a la que deberemos someter a nuestras finanzas. A esta planificación he querido darle un nombre y la he llamado la de los CUATRO FONDOS, ya que no funcionará nuestra estrategia B&H si no va acompañada de la creación de esos cuatro fondos, diferenciados y a la vez simultáneos en el tiempo. Tengo que aclarar que cada uno de esos fondos no tiene por qué asociarse a un fondo físico o a una cuenta de inversión o de ahorro. Pero el dinero que depositemos en cada uno de ellos sí debe ser diferente del de los demás. Podemos tener tres de esos fondos agrupados en una única cuenta corriente, o dos de ellos en un fondo de renta fija y otro en una cuenta de ahorro. Dependerá de nuestros gustos y si preferimos tener las cosas agrupadas o cada dinero con una finalidad diferente en un sitio distinto. 

En fin, sin más preámbulos voy a comentar cuales son cada uno de esos fondos, qué finalidad tienen y qué instrumento de inversión sería el más apropiado para depositar ese dinero:

FONDO 1: AHORRO PARA GASTOS PREVISTOS. En este fondo iríamos metiendo el dinero que vamos ahorrando para gastos en los que sabemos que incurriremos en una fecha concreta. Por ejemplo, compra de un nuevo piso o reforma del que tenemos, cambio del coche, comunión, viaje fin de curso o boda de un hijo, estudios en una universidad o centro educativo en una ciudad distinta a la nuestra, dentista, realización de un curso de especialización, máster o de mejora profesional nuestro o de nuestra pareja, etc. Se puede poner ese dinero a plazo fijo, en un fondo de renta fija o en una cuenta remunerada. También podemos comprar deuda pública según los plazos que manejemos. 

FONDO 2: AHORRO PARA GASTOS IMPREVISTOS. Aquí guardaremos el dinero que tenemos ahorrado por si surge un imprevisto. Puede ser para una reparación por una rotura del motor del coche, un "toque" que no cubra el seguro, un desperfecto en nuestra casa que no cubra el seguro de hogar, una enfermedad grave repentina, pérdida del empleo, etc. Lo mejor es guardar el dinero en una cuenta remunerada de acceso inmediato, tipo cuenta naranja o similar, cuenta nómina remunerada, etc. 

FONDO 3: AHORRO PARA NUEVAS INVERSIONES BURSÁTILES. Es el fondo o cuenta donde vamos depositando lo que ahorramos mes a mes con vistas a hacer una nueva compra de acciones. Pueden ser compras periódicas o cuando vemos que la empresa que seguimos está en precio. Lo ideal es que este fondo tenga liquidez inmediata y por tanto sea una cuenta naranja, nómina, etc. de tipo remunerado, lo mismo que en el caso anterior. 

FONDO 4: DINERO INVERTIDO EN RENTA VARIABLE. Aquí considero las acciones que tengamos, bien sean compradas directamente o a través de fondos de renta variable. Esos fondos pueden ser indexados o no. Pueden consistir en fondos de inversión, ETFs o fondos de pensiones. Aquí irá el dinero a muy muy largo plazo, que no necesitemos ahora y con el que no contemos nunca. ¡NUNCA! Eso sí, este fondo no es un "agujero negro" del que no tengamos noticias. Yo, de vez en cuando, echo mano de algunos dividendos que me reportan mis acciones para vivir mejor. Eso lo hago porque ya sabéis que no busco, como objetivo prioritario, la INDEPENDENCIA FINANCIERA. Pero esto ya lo comenté hace tiempo en otro post...

Que paséis todos un buen y soleado fin de semana

Julio

lunes, 18 de abril de 2016

La gran apuesta (parte II)

Es muy interesante el debate que se ha abierto en el blog de CAZADIVIDENDOS con el artículo de Álvaro "La bomba nucular". Y a mí me han parecido muy interesantes los comentarios que centraban la cuestión sobre si gestión activa o, mejor, gestión pasiva. Aquí hay material para todos los gustos y yo, desde luego, no me atrevo a romper una lanza ni por un lado ni por el otro, ya que utilizo la gestión activa y la pasiva de mis inversiones según me place y lo veo oportuno, sin rigideces ni dogmatismos.

Desde luego, el hablar de los derivados que Álvaro tocaba de manera circunstancial no me parece que fuera la centralidad del debate. Además, desde mi punto de vista, apenas hay debate. Es como si nos ponemos a hablar aquí si merece la pena comprar BME a 30. Pues depende, como diría un buen gallego. El que quiera los usa y el que quiera no. Luego ya cada uno hace sus cuentas, como si compra BME a 30. Ya somos mayorcitos...Y si hay algún niño/niña leyendo este blog, que deje de leerlo inmediatamente, que viene el Coco...

Pues los derivados son el instrumento financiero que usaron nuestros protagonistas de "La gran apuesta" para hacerse ricos. Y lo consiguieron. Ricos en un plis-plas. Sufriendo un montón, sobre todo en la fase final, arriesgándolo todo, pero lo consiguieron. 

La verdad es que no me dan envidia (bueno, un poco sí). Apostaron, sin lugar a dudas. Casi todos fiándose de su interpretación de los datos, que recopilaron extensamente, incluso en el terreno. Uno piensa que esa forma de proceder tan exhaustiva les ha debido permitir ir de éxito en éxito en la vida. Sobre todo después de haberse forrado con los CDSs sobre los bonos hipotecarios. PUES LA VERDAD ES QUE NO.  Si uno mira sus biografías, varios fracasaron en la gestión posterior de su propio fondo de inversión, tuvieron que dejarlo y volvieron a ser simples asalariados de otras empresas de inversión. Alguno, incluso, en plan iluminado, se ha dedicado a invertir en bienes tangibles como el agua. Más que en comprar metros cúbicos de agua, invierte en alimentos, que es como agua procesada. Está bien, pero no le va espectacular. Quizá sea un poco la ley del pendulo, después de haber invertido en productos complejos e intangibles, inviertes en productos sencillos y tangibles. Pero vamos, no ha triunfado. Entre otros cosas porque la inversión en alimentos es tan antigua como la humanidad (desde muy temprano están datados los primeros silos para almacenamiento de grano). El jugar con la abundancia-carestía de grano, almacenándolo cuando esta barato para venderlo cuando está caro creo que ya lo inventó un tal MATUSALÉN.

Lo que quiero que reflexionemos en esta entrada, y lo de "La gran apuesta" no es más que la excusa para hacerlo, es cómo el tratar nuestras inversiones como "apuestas" nos puede salir mal o nos puede salir bien. El plantearse la compra de un activo como una apuesta, con un elevado nivel de riesgo, no casa mucho con intentar buscar la seguridad de la tan manida INDEPENDENCIA FINANCIERA. Si vamos así por la vida, por lo menos hay que hacer muchisisimas apuestas para que, al menos, alguna nos salga. Yo, desde luego, no apuesto. Creo que no he comprado nunca un fondo, una acción, un bono, un piso o hecho un depósito, que sea una apuesta. He comprado SIEMPRE activos con un bajo nivel de riesgo, apuestas seguras si lo queréis ver así. A CONTRARIAN, cuando muchos intereses mediáticos, especuladores y novatos en bolsa lo desaconsejaban. Pero otros, quizá más expertos o prudentes, no decían nada pero compraban. Claro, eso no sale en las noticias. No es noticia invertir a contrarian, ni está de moda, ni es guay, ni demuestras tus amplios conocimientos haciéndolo. No hay aplausos, de nadie, y menos desde los blogs de bolsa. Veréis en algunos de ellos que lo guay es el pelotazo, el acudir a OPVs exitosas, a ampliaciones donde ganas seguro, a fusiones y adquisiciones donde te puedes sacar rápido un buen dinerito.

Sinceramente, desconfío de cualquier producto de inversión donde la ganancia no esté basada en un factor fundamental, el tiempo. LO QUE NO SE CONSIGUE CON TIEMPO, PACIENCIA Y ESFUERZO NO ME INTERESA. Así de simple. Y, por supuesto, que cada uno haga lo que quiera. No hay ni malos ni buenos, sólo operativas y modos de invertir diferentes. 

Aquí lo dejamos, para que cada uno lo piense y saque sus propias conclusiones. 

Un abrazo

Julio


miércoles, 13 de abril de 2016

La gran apuesta (parte I)

Hace poco terminé de ver LA GRAN APUESTA. Es una interesantísima película que trata de como varios inversores "vieron" que existía una gran burbuja inmobiliaria-financiera en USA en el primer lustro del siglo XXI. Todos ellos tenían una buena formación financiera y todos ellos apostaron contra la burbuja a través de derivados (CDS). Y todos ellos se hicieron multimillonarios.

Yo soy de los que no leo los comentarios críticos de una película antes de verla. Tampoco veo el pre-partido antes de un encuentro deportivo. Pero me entusiasman los post-partidos o leer los comentarios críticos despues de ver una película. Incluso participo en varios foros. 

Esa misma actitud crítica la he seguido con la película "La gran apuesta". Después de verla me interesé por el libro en el que está basada, por su autor, por los personajes reales que describe. Y por donde ha ido sus vidas y sus inversiones desde entonces. Y como me ha parecido de utilidad para este foro, por eso le dedico un par de entradas.

Lo primero que querría señalar es que, efectivamente, hicieron una apuesta, que es el título de la película y del libro. Apostaron por el pinchazo de la burbuja de bonos hipotecarios. Contra el sentir general. Fue un caso de inversión CONTRARIAN. Y ganaron. Se hicieron ricos. Podían haberlo perdido todo. Se jugaron sus ahorros, sus casas, su vida. Es el caso de unos ganadores. Pero es que, amigos míos, no se escriben libros sobre apostantes perdedores. Porque de esos hay CIENTOS DE MILES. Personas que apuestan todo y pierden. Arruinados. Yo conozco alguno...

Este post quiero conectarlo con el anterior de la hormiguita. De la hormiguita que no apuesta. Ahorra e invierte, que es algo muy distinto. Porque comprar ABERTIS cuando está barata, con YOCs del 7%, no es apostar. Es invertir. Comprar ACS a 22 EUR con YOC del 5% no es apostar, es invertir. Lo mismo con muchas otras. La hormiga no necesita seguir la evolución de índices, sabe que si no hay un problema apocalíptico, gana. Aunque pinche alguna de sus empresas, gana. Porque ha diversificado, y se podría decir que contaba con ello. 

La hormiguita sabe que esto es a muy largo plazo, a muy muy largo plazo. Porque el muy muy largo plazo es el único que permite ganar dinero de verdad. Y con ese horizonte temporal, sólo las operativas sencillas y sostenidas en el tiempo triunfan. La complejidad ya la da la propia vida. No la compliquemos con nuestra inversión en bolsa.

Yo siempre digo que si nuestra inversión no la entiende nuestra pareja, nuestros hijos ya mayores,  nuestros padres no demasiado mayores, entonces vamos mal. Porque, entre otras cosas, deben entenderla para que nos ayuden y puedan llevarla, llegado el caso. Y no me refiero a lo peor, que nos pase algo. Me refiero a que, como la vida es compleja, a lo mejor otros deben tirar del carro temporalmente, si fuera menester. Recordad que hablamos de un horizonte de muchísimos años...

Una de las cosas que me parece admirable de los protagonistas de la película es que tienen todos una gran capacidad de observación. Algunos, incluso, hicieron "trabajo de campo" para constatar la existencia de la burbuja. Y, sólo después de ello, apostaron. Porque comprar CDS (Credit Default SWAP), que vienen a ser seguros de impago contra determinados productos financieros, es apostar, no invertir. Lo primero, porque tiene que suceder un fenómeno concreto (pinchazo de una burbuja, quiebra de un país o una empresa) para que "salten". En el caso que hablamos fueron los bonos hipotecarios. Pero podría ser cualquier otro producto, como un bono soberano.

No nos creamos visionarios. Podemos detectar que hay una inflación en el precio de determinados activos, tangibles o intangibles, concretos. Pero esa inflación no tiene por qué derivar en una burbuja. Y dichas burbujas (muy difíciles de detectar para los que viven dentro de ellas) no tienen por qué "reventar" de una manera brusca, como pasó en la película. A lo mejor se desinflan poco a poco. Si hubiera sido así, nuestros protagonistas hubieran ganado dinero, pero no se hubieran hecho ricos. 

Pues bien, a nuestra hormiguita del pasado post le dan igual las burbujas. Ella no quiere que los precios de un determinado bien se desinflen. Tampoco quiere que se hinchen. Ella sólo quiere que sus empresas marchen bien y que repartan buenos dividendos. Y de paso, sólo de paso, que los precios de esas acciones suban muy de poco en poco (si suben a lo bestia en poco tiempo puede significar que hay o que va a haber algún problema). Nuestra hormiguita sabe que en esto de la inversión no hay milagros. Bueno, sí, uno: el tiempo. Por eso desconfía sistemáticamente de los enriquecimientos y ganancias en poco tiempo, ya que no se basan en ese factor milagroso que son los años Muuuuuuuchos años.

En fín, aquí lo dejo. En la parte dos hablaremos de lo que les ha pasado a los protagonistas de la gran apuesta en sus inversiones después de la burbuja. Sí puedo adelantar algo, para que no os quedéis con demasiada intriga: TODOS FRACASARON.

Hablaremos de ello en el próximo post.

Un abrazo

Julio


jueves, 7 de abril de 2016

Tiburones y hormigas en bolsa

En mi juventud me leí el famoso libro del periodista Jesús Cacho sobre Mario Conde. En él oí hablar, por primera vez, del "tiburoneo bursátil". Por si alguien lo desconoce, se trataba de cómo se hicieron Juan Abelló y Mario Conde con la empresa Antibióticos, cuando no valía nada, y cómo la vendieron por un pastizal para, con ese dinero, ir comprando poco a poco, a minoristas, sus participaciones en BANESTO. Luego, en un momento determinado y de improviso, anunciaron la posesión de una participación significativa. Después de singularizarse en la fallida OPA hostil del Banco de Bilbao sobre el BANESTO, se hicieron con el poder dentro del mismo...y lo llevaron a la ruina. Se trata de una historia muy española, muy del gusto de la piel de toro. De hecho, muchos compañeros de universidad en aquella época empezaron a engominarse como Mario Conde y empezó a ser el banquero de moda. Más que eso diría, el banquero era el modelo a seguir: buen estudiante, inteligente (primero de su promoción de Abogado del Estado), se hizo rico rápidamente en bolsa gracias a un buen "pelotazo". Vamos, héroe nacional (de hecho, le dieron hasta un doctorado "honoris causa"). 

De esta historia yo aprendí, y quizá aprendió mucha más gente, que no es fácil hacerse rico en bolsa gracias a tiburoneos y pelotazos. Pero es una historia de un fracasado, que al final fue a la cárcel y lo perdió todo, por eso se ha olvidado con relativa rapidez. A mucha gente que le aplaudió y encumbró no le apetece que se recuerde su nombre ni que se les asocie con un corrupto y, además, un perdedor. 

Pues bien, yo creo que todos llevamos un Mario Conde dentro de nosotros, esperando el primer descuido de nuestro yo racional, para salir y tiburonear un poco en bolsa. Para coger una empresa y empezar a liarnos comprando y comprando, algunas veces mucho, otras veces poco, ya que "al final se verá cómo es una joya y pegaré un buen pelotazo". Pero a veces la joya tarda en salir, LA REALIDAD ES TOZUDA, y no nos da fácilmente la razón. 

Por eso yo prefiero la táctica, en bolsa, de la hormiguita. Voy picando, poco y espaciado, de aquí y de allá, pensando siempre no si habré acertado, si no que compro SABIENDO A CIENCIA CIERTA QUE NO HAY PELOTAZO. QUE NO HE ACERTADO, VAYA. No va a haber subida fulgurante del valor, ni de los dividendos. Soy una hormiguita y debo recoger millones de granos para hacer un granero. Y cuantos más granos coja, pequeños pero de forma constante, mejor. 

En esto de la bolsa buena parte de la rentabilidad FINAL viene de la estrategia y de la mentalidad. De actuar bien y de ir poco a poco. Ya se ve que NO HAY ATAJOS. Los que apostaron por patrimonios OFFSHORE en Panamá hace unos años, ya se ve que tienen una cita con Hacienda al final del camino. Y que da igual que te apellides BORBÓN, ALMODÓVAR, ARIAS o lo que sea. Al final del camino te espera una buena "conversación" con Hacienda. 

La táctica de la hormiguita tiene sus ventajas. Como eres una hormiga, no te metes en operaciones complicadas ni en tejemanejes rocambolescos. Cuando se lleva unos años invirtiendo en bolsa ya te crees que lo sabes todo y no es así. No sabes nada, pero tú no lo sabes. Qué paradoja, ¿verdad?

La hormiguita es humilde, va a lo suyo, es tozuda y perseverante, no quiere resultados rápidos ni tener la razón. La hormiguita va poco a poco, aprendiendo del camino, leyendo por aquí y por allá pero sin dar lecciones a nadie. Sabe que lo suyo es la cultura del esfuerzo y no la del pelotazo. Como no tiene claro qué grano es más importante que otro, coge todos por igual, con todos hace granero. Eso no significa que coja todo lo que ve en el suelo, sólo aquellos granos buenos de alimento para su despensa. No lleva allí nada superfluo, no arriesga, no hay aventuras. Sabe que sólo su tozudez y perseverancia va a hacer que al final tenga un buen granero. 

En fin, no sigo. Este cuento, bien conocido por todos mis lectores y lectoras, se lo cuento yo con frecuencia a mis hijos. Y me lo cuento a mí mismo. Y lo hago porque no está de moda, porque lo que está en la calle es justamente lo contrario. 

Bueno, apago la luz y os deseo buenas "noches" a todos. Que tengáis dulces sueños...

viernes, 1 de abril de 2016

El déficit público y su posible incidencia en Bolsa

Estos días hemos tenido noticia del dato final del déficit público en España en 2015: 5,2% del PIB. Nada más y nada menos que unos 60.000 millones de euros. Casi la mitad de lo que se recauda en impuestos. Para que nos hagamos cargo, es como si en una familia se ingresa todos los meses 2.000 EUR y se gastan 3.000. ¿Hasta cuando sería soportable esa situación?

Los políticos de todos los partidos nos quieren hacer colar esa cifra sin alarmismos. "Todo va bien respecto a las finanzas del Estado" es el mensaje que parece que han pactado todos en esta larguísima precampaña electoral. Unos por oportunismo, otros por conformismo, nadie le quiere poner el cascabel al gato y denunciar que esta situación es totalmente insostenible. Y no vale aplicar el famoso "todo está bajo control" porque si algo va quedando claro es que este tema está fuera de control. Las finanzas de las autonomías (de todos los colores y "sabores") y de la Seguridad Social están desbocadas. A mí me preocupan tanto las primeras como las segundas. Y las medidas que a los políticos se les ocurre para solucionar las finanzas de ésta última son brillantes: subir los impuestos (y esto lo ha sugerido Montoro, no sólo "el coletas"). Como si esta fuera la solución de todos nuestros males. Ya sólo queda que añadan la fórmula "...a los ricos" y todo solucionado. A llenar urnas de votos con tan buenas e inteligentes ideas. ¿Por qué no se les habrá ocurrido antes? Como si las soluciones a problemas complejos fueran así de simples...y de demagógicas.

Yo, por mi parte, sólo puedo prepararme para las consecuencias que ese déficit público desbocado pueda tener en mi economía personal y actividad bursátil. Respecto a la primera, lo tengo muy claro. Vivo desde hace tiempo con el 85% de lo que ingreso y estoy preparado para una bajada de sueldos. Una más... Un amigo experto en economía me dijo hace 10 años que antes de que hubiera una bajada general de sueldos quebraba el estado. A los 3 años se lo bajaron a él por ser funcionario cerca de un 8%. Es un tema del que no podemos hablar porque todavía se enfada... 

Respecto a mi actividad bursátil, es el momento de reflexionar e intentar descubrir qué sectores se verán más afectados. Pienso que será parecido a una economía doméstica y los primeros afectados serán los "fiadores". Si gastas más de lo que ingresas, de algún lugar tiene que salir ese dinero. Y al final los que te lo prestan dudan de que se lo vayas a devolver, y te lo prestan o bien más caro o sencillamente no te lo prestan. Por tanto, se espera emoción en la deuda pública de España en los próximos años. Una quita a "la griega round 1" parece inevitable. Y ya sabemos cuales fueron las empresas primeramente afectadas, las que son intermediarias de esos fiadores, esto es, los bancos. Y en especial los bancos españoles menos internacionalizados: Popular, Bankia, Caixa, Sabadell, Bankinter...Evidentemente, será extensiva a las aseguradoras con buena tenencia de deuda soberana: MAP. Y terminará por llegar a todos los bancos españoles: SAN, BBVA

Después la crisis se extenderá, inevitablemente, a las empresas españolas más endeudadas. Aquellas que tengan una gran deuda nominada en euros y cuyos ingresos dependan, sobre todo, del mercado doméstico: REE, ENG, ENDESA, AENA, etc

Por último, se verá seriamente afectada, como vimos en la crisis del 2008, todas las empresas fuertemente endeudadas que tengan su sede social en España, aunque buena parte de sus ingresos vengan del exterior y parte de su deuda esté en otras divisas: IBE, FERROVIAL, TEF, ACS, SACYR, REP, Gas Natural, etc.

Y volveremos a ver que empresas con una buena posición de caja, aunque no entren habitualmente en los listados del B&H, salen levemente o nulamente perjudicadas: ITX, TÉCNICAS, AMADEUS, etc.

A mí me cuesta invertir únicamente en este tipo de empresas, porque dan un bajo dividendo, entre otras cosas, porque su cotización sube como la espuma.

Por tanto, sólo queda una alternativa para protegerse de una crisis de deuda soberana española: invertir en empresas de fuera de la zona euro, grandes, multinacionales, con presencia en muchísimos países de todo el mundo: P&G, J&J, Río Tinto, EXXON, Wal-Mart, INTEL, etc. Son sólo algunas de las que se me ocurren de sopetón. Pero hay "cienes" y "cienes".

Otra opción es hacerse "el longuis" con la noticia. Hacer como si no la hubiéramos oído. Pensar que ya se les ocurrirá a los políticos de turno la manera de salir del atolladero. Pero entonces, permitidme una pregunta incisiva: ¿por qué te preparas para la independencia financiera? ¿No confías en que al final los políticos todo lo solucionarán? No podemos tener un doble rasero: por un lado pensar que nuestras pensiones van a ser un asco, no confiar en los políticos ni en la Seguridad Social y trabajar para ganarnos una merecida independencia financiera; y por otro, confiar ciegamente en que los políticos, Europa o un ángel con alas blancas solucionará el problema del déficit público en España y que no pasará nada. 

Mira en Internet en los años 2008-2012. Hay miles de paginas web (Rankia, Burbuja.info) llena de inversores cabreados porque les pilló de improviso la crisis de esos años. Y perdieron mucho dinero. ¿Estas tú dispuesto a que te pille la que se está gestando ahora?

Un abrazo

Julio