Estos días, aquellos que tenemos acciones de Chevron hemos vuelto a cobrar puntualmente su dividendo. CVX no falla en su cita con los inversores a mediados de los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre. A mí, por lo menos, no me ha fallado en estos últimos años. Lo cual no significa que no pueda hacerlo. Pero este es el motivo de mi reflexión.
CVX, como todas las petroleras, está sufriendo la crisis de los precios del petróleo. En resumidas cuentas, se trata de que el petróleo es cada vez más caro de obtener, ya que los nuevos pozos están en aguas profundas, en arenas bituminosas, en pizarras y en sitios cada vez más inaccesibles. Inaccesibles y caros. A esto habría que añadirle que se intentó evitar, por parte de las monarquías del Golfo, las cuales extraen su petróleo de manera más económica al estar disponible de forma más superficial, que se asentasen los métodos de extracción no convencionales basados en el fracking, inundando todo de crudo barato para que estos productores, sobre todo en USA, quebrasen. Pero estos nuevos productores se han caracterizado por ser muy resistentes, más de lo que estas monarquías podían aguantar. Y para colmo, entró IRAN en liza, queriendo recuperar su cuota de mercado anterior a las sanciones. El cóctel es explosivo, se les ha ido a todos de las manos, y parece ser que se avecinan varios años con el crudo a unos 50 dólares el barril. Esto es menos de la mitad de hace unos años, y ocasiona que los estados petroleros tengan múltiples dificultades, y no digamos las compañías dedicadas a la extracción del oro negro.
CVX comenzó la bajada de precios con un payout inferior al 50%. Un colchón que se esfumó en menos de un año. Después, los beneficios ya no cubrían el dividendo y, por último, a más de dos años desde el comienzo de la bajada de los precios del crudo, ha entrado en pérdidas. Son ya varios trimestres en los que parece que la compañía debería tirar la toalla de los dividendos, recortándolos o suprimiéndolos.
Pues resulta que, según leo más y más, evidentemente todo en inglés, la compañía va rompiendo los pronósticos y mantiene el dividendo. Recorta en gastos superfluos, recorta en exploración, recorta en gastos de capital para nuevos proyectos, despide gente, aumenta los ingresos de refino, vende activos no estratégicos, aumenta la deuda. Pero no cede. CVX sigue manteniendo el dividendo. ¿Y a quien favorece esta política? Pues, evidentemente, no a los especuladores y traders, no a los que invirtieron pensando en valor. Sólo favorece a los que invirtieron por dividendo. ¿Que si esto supone que la compañía crecerá menos en los próximos años? Pues es posible. Pero yo no quiero que crezca y crezca. Yo quiero que me pague, puntualmente, mi dividendo. Y si es posible, que lo suba en un futuro, por encima de la inflación. Pero que lo suba con prudencia.
Los que ya llevamos unos tiros dados en esto, pocos, pero alguno llevamos, sabemos que no hay nada peor para un inversor por dividendos que un "año en blanco" en alguna de nuestras empresas. Lo que ha hecho POPULAR recientemente o lo que hizo TEF en 2012. Y esos divis que no cobramos no se recuperan por mucho que lo suba luego la empresa o por mucha charlatanería sobre su futuro y la revalorización posterior de la misma.
Para mí, CVX es un ejemplo de empresa a invertir por dividendos, y es lo que pediría para el resto de empresas de mi cartera. No quiero ser rico ni pegar "un pelotazo", pero sí quiero cobrar puntualmente mis divis. Los necesito y son el motivo de mi sacrificio en el ahorro y de mi disciplina al invertirlo.
Y que conste que la Red está llena de opiniones contradictorias sobre este fenómeno. Sus 8.000 millones de dólares anuales destinados a remunerar al accionista dan, continuamente, mucho de qué hablar. Hay comentarios para todos los gustos: que si va a quebrar, que si se va a convertir en una empresa mucho peor, que si así no puede seguir, que si le quedan dos años de aguante, que si le quedan seis meses, que si el CEO no sabe hacer la O con un canuto, que si es un visionario, que si es un genio. Vamos, lo dicho, opiniones para todos los gustos. Pero mientras, y eso es lo importante, CVX va pagando, trimestre a trimestre, su dividendo.
Me viene ahora a la mente, mientras escribo, una estrofa de un poema que me hicieron aprender de memoria en 8º de EGB (en mi época, los maestros podían exigirte eso sin ser denunciados por maltrato psicológico) y que no viene mucho a cuento, pero es bonita y la pongo, que para algo tengo un blog:
"Allá muevan feroz guerra ciegos reyes
por un palmo más de tierra
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie puso leyes"
Vamos, que viva la libertad y que cada uno haga lo que quiera. Pero, mientras, yo sigo cobrando mis divis. Y si pasado mañana CVX deja de pagarlos, pues otro error de inversión al saco, a asumirlo, y a otra cosa, mariposa.
De errores de inversión hablaremos, precisamente, la semana que viene
Un abrazo a todos, mis queridos lectores,
Julio