viernes, 16 de enero de 2015

Santander: atando cabos

Según va pasando el tiempo, uno coge distancia de los acontecimientos y los puede ir viendo con cierta perspectiva. Un ejemplo es lo acaecido con el Santander la semana pasada. Las decisiones tomadas por su cúpula directiva pueden desilusionar a muchos, pero no sorprender. Por eso creo que es importante hacer una reflexión, para que no nos vuelva a pasar algo semejante. 
Vamos primero a tener en cuenta varios sucesos que se han conocido esta semana. Quizá el que más ha salido en la prensa ha sido la entrada de George Soros con 500 millones en el Santander. Soros es conocido por ser un especulador más que por ser un inversor a largo plazo. Creo que su entrada es circunstancial y no le veo con vocación de permanencia. Seguro que no coge "papelitos" en los scrip que se avecinan. ¿Y qué consecuencias puede tener esto? Pues que irá inundando el mercado de papel poco a poco, según vaya subiendo la acción del Santander. Esto es una suposición quizá un tanto atrevida por mi parte, pero quizá más realista que los que sueñan con volver a ver el Santander a 7 euros. La cotización del banco va a estar lateral o bajista por mucho mucho tiempo, me temo...
Otro dato al que le concedo gran importancia es al discurso de la presidenta en relación a estos hechos. La precipitación y la urgencia fueron las notas dominantes. Para mí es significativo que se equivocara diciendo que al minoritario le era fiscalmente más interesante recibir el dividendo en efectivo en vez de en acciones, cuando es justo lo contrario. Los accionistas minoritarios le importan poco. Lo suyo son los Soros y compañía. Si su padre levantara la cabeza...
Y el dato más importante sobre el que tienen que reflexionar los que posean acciones del Santander (yo no tengo, ya sabéis, ni bancos ni aseguradoras) es sobre la poca transparencia del banco sobre por qué ha hecho la ampliación. No va a haber compra. Y lo de para crecer rápido suena a frase hecha para tranquilizar a incautos. Santander tenía uno o varios pufos en su balance, y además urgentes de solucionar. No le bastaba con las ampliaciones paulatinas de los scrip. Lo de estar preparados para Basilea III "full loaded" no se lo creen ni ellos ya que quedan por lo menos tres años. ¿A qué tanta prisa y urgencia? ¿Por qué estos modos que atropellan al pequeño inversor? Es un riesgo muy alto permanecer en una empresa con estos problemas de transparencia, y que trata al minoritario tan mal. No creo que Santander sea un caso "Enron" pero va dejando claro que no es una empresa apta para el B&H, en mi opinión.
¿Y que hacer entonces si llevamos SAN en nuestras carteras? Pues si la rentabilidad por el dividendo en efectivo es interesante porque la compramos muy barata, se puede dejar. Pero yo la rotaría antes de que empiece la movida de la deuda pública. Y si la compramos alta, pues aceptar cuanto antes que nos equivocamos, dejar de soñar con subidas quiméricas, aceptar los hechos y salir con las mínimas minusvalías posibles. Cuanto más tiempo tardemos en tomar esta decisión, más dinero perderemos. Y me duele pensar que un fracaso relativo con SAN, para muchos que se inician con el B&H, va a ser difícil de asimilar. Con cosas así se aprende mucho, se madura en bolsa, se pierde la inocencia, y se está preparado para realizar más y mejores inversiones. Hay vida después de Santander, no lo dudéis...

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