viernes, 30 de enero de 2015

Independencia financiera y bolsa (parte I)

Leo en muchos blogs y foros cómo es posible la independencia financiera invirtiendo en bolsa todos tus ahorros y dejando que actúe el interés compuesto. Este hecho, que está constatado por varios de los que escriben en esos foros ya que ellos mismos la han alcanzado, me parece totalmente admirable y digno de ser tenido en cuenta. Son personas que llevan muchos años dentro de la bolsa, algunos desde los años 80, cuando no había ninguna multinacional española y sí muchos monopolios estatales, y lo que más exportábamos eran chupa-chups. Pillaron la época dorada de las privatizaciones, de grandes OPVs y de la expansión internacional de nuestras empresas. Hoy día la situación ha cambiado, y aunque también en aquella época había riesgos (algunos de los cuales, como el "ruido de sables" y la involución del sistema político hoy nos hacen sonreir y nos parecen batallas contadas por nuestros abuelos), los desafíos actuales son muy distintos y hay que prepararse para enfrentarlos de diferente forma.
Aunque respeto profundamente a aquellas personas que están dispuestas a llevar una vida de austeridad y sacrificio para maximizar su ahorro y alcanzar antes su soñada independencia financiera, yo no comparto ese planteamiento. El marcarse unos plazos y objetivos está bien, pero acercarse a ellos puede animar lo mismo que el alejarse puede desanimar. Yo creo también en el ahorro, pero no en la austeridad ni en el sacrificio por esa meta. Lo que pretendo es maximizar el rendimiento de mis activos para vivir mejor en el momento presente y, si Dios quiere, en los tiempos futuros. No es una actitud de "carpe diem" y de viva el consumismo, pero tampoco la de la hormiguita que sólo trabaja y trabaja pensando en "jubilarse" cuanto antes.
Hoy día son muchos los riesgos en el tiempo que pueden tener nuestras inversiones en bolsa. Pero uno de los más importantes, y que no siempre se tiene en cuenta, son los cambios normativos y legislativos. Por ejemplo, en el panorama español, está encima de la mesa que si gana el populismo, y para favorecer el consumo, desaparecerá la doble escala del IRPF de rendimientos del trabajo e inversión, por lo que todo lo obtenido por dividendos o compraventa de acciones tributará al tipo marginal de nuestro IRPF. Eso significaría, en la mayoría de las ocasiones, el pagar un 50%, 60%, 70%, 80%, etc. más de impuestos. Y que lo que obtengamos por dividendos se vea considerablemente disminuido. Pueden gravar los scrip en el mismo momento en el que se reciben, lo mismo que se va a gravar la venta de derechos en el mismo año que se produzca a partir de 2017. Y de la eliminación de la execión de los primeros 1500 EUR de dividendos mejor ni hablar...Todos estos cambios pueden mandar al traste nuestras previsiones y hacer que la independencia financiera, para el que se la haya puesto como objetivo, se aleje en el tiempo...
Los cambios normativos, que dependen de la voluntad política de nuestros gobernantes, son impredecibles y pueden tener consecuencias nefastas para nuestras inversiones. Y en la bolsa, por muy variadas que sean nuestras empresas y diversificadas, todo el dinero que recibimos pasa por el mismo "cuello de botella": la venta de acciones y los dividendos. Son muy fáciles de gravar y, además, afectan a un sector relativamente pequeño de la población, por lo que son pocos los votos en juego. No es lo mismo aumentar los impuestos a los depósitos que a los inversores en bolsa, por el número de afectados. 
Y ¿qué es lo que podemos hacer? Pues, de nuevo, diversificar. Y, para cubrir esta eventualidad, habrá que diversificar en el tipo de activo. Pero eso lo veremos en el siguiente post...

martes, 27 de enero de 2015

Cubrir los riesgos

Desde que estoy en esto de la bolsa, me puse una condición a mí mismo: que nunca mis inversiones me quitaran el sueño, por mucho riesgo que tuviesen. Y así lo he practicado siempre, en épocas de subidas y de bajadas. Curiosamente, donde se suele perder más dinero es en tiempos de subidas, como ahora. Compramos caro y luego es muy difícil salirse sin pérdidas. En épocas de bajadas, aunque luego las acciones sigan cayendo, solemos comprar barato y tenemos más margen de seguridad. Por eso estos días de fuertes subidas es importante mantener la calma. No precipitarse con las compras. Podemos arruinar en una semana lo sembrado en un par de años.
En estos tiempos, sólo se consigue estar tranquilo teniendo una cartera lo suficientemente diversificada, con varias monedas en juego, con varios continentes y zonas del globo en acción. Quien sólo tenga bolsa española, pues ya sabe, cualquier cambio o suceso en la "piel de toro" tendrá un efecto amplificado en su cartera. Quien sólo tenga acciones de países en la eurozona, pues a temblar con la tormenta de deuda griega, si se produce. En cambio, si estás presente en la bolsa española, europea, norteamericana, de los BRICs, etc., a la vez, estás cubierto si hay malas noticias en una parte del globo porque permanece o aumenta la rentabilidad de los activos del resto. Además, son polos económicos no del todo sincronizados (pero sí relacionados). Si Europa cojea, pues quizá en USA se estén batiendo records de beneficios empresariales, suben los dividendos y por tanto nuestro YOC también subirá. Puede pasar lo mismo con los BRICs y otros países en vías de desarrollo. Lo dicho, están todos conectados pero no necesariamente sincronizados. Por tanto, diversificar geográficamente es una condición necesaria, pero no suficiente, para cubrir riesgos. 
La otra condición es la diversificación temporal. Incluso si estuviera formando cartera en estos meses, ni de broma haría todas las compras ahora. Esperaría hasta final de año para hacer otra parte de la inversión. No es bueno completar las posiciones rápidamente. Yo aconsejo hacerlo en dos o tres veces y siempre con diversificación temporal. Seguro que así no compramos cuando están más baratas, pero tampoco cuando están más caras.
Cubrir los riesgos es cuestión de perderle miedo a las bolsas extranjeras. Y de tener paciencia en comprar. Donde no hay que tenerla es en vender. Si vemos algo que no funciona, a vender sin demora. Ahí esperar no sirve de nada, suele empeorar las cosas. Si por el YOC algo va mal y es difícil que en un plazo breve vaya bien...pues a rotar cartera cuanto antes para no perder coste de oportunidad.
Por eso, lo que pasa estos días y lo que puede pasar en unas semanas en Grecia me da igual, financieramente hablando. Incluso me atrevo a comentar que a río revuelto...ganancia de pescadores. Y yo soy pescador, financieramente hablando, claro...      

sábado, 24 de enero de 2015

Yield on cost (YOC)

Aunque pudiera parecer así, no me he propuesto hacer de esta entrada una discusión académica sobre el concepto de YOC. Ya me disculparán los lectores que esperen una disquisición de este tipo. A mí me gustaría hablar del YOC como auténtico termómetro de nuestras inversiones en bolsa. 
Si realmente se practica el B&H, nunca venderemos nuestros activos, salvo que tengamos una necesidad perentoria o que haya bajado considerablemente el YOC y no veamos que éste se pueda recuperar. El valor de mercado de nuestras acciones no nos debe preocupar, ni debemos sacar precipitadas conclusiones del mismo. Yo lo practico desde hace muchos años y dormí muy tranquilo en las bajadas de 2012. Las grandes empresas no se hunden. Su valor permanece aunque su precio baje. 
Lo que pasa es que a veces tenemos "corazón de trader". Eso significa que en el fondo le damos mucha importancia a la revalorización en precio que llevan nuestras acciones. Puede ser que nos hayamos visto obligados a practicar el B&H de manera obligada con un valor, por habernos encontrado "pillados" por el mismo. O puede ser que realmente nos guste la "inversión value" y que en el fondo es la que estemos realizando. Todo esto es legítimo, cada uno hace con su dinero lo que quiere.
Si practicamos auténtico B&H como filosofía de inversión, lo único que nos debe preocupar es la marcha de la empresa y si ésta va a ser capaz de pagarnos su dividendo a largo plazo. Por eso, hasta ayer, estaba muy preocupado con Telefónica. No me salían las cuentas. Veremos lo que hace con la venta de O2 en Reino Unido. Es una buena inyección de capital que deberán manejar con prudencia. A mí me gustaría que redujeran deuda. Estaremos vigilantes. Telefónica esta perfectamente implantada en sus tres mercados principales, creo que ha seguido el camino correcto mediante la integración de servicios y tiene un gran futuro por delante con la comunicación entre objetos. Pero le cuesta pagar su dividendo actual. Ya veremos en los próximos años... 
Una manera de aumentar el YOC medio de nuestra cartera es invertir en acciones que, año tras año, suban el dividendo, como los aristócratas del dividendo norteamericanos. Allí sí que cuidan bien al inversor minoritario. Poco a poco suben su dividendo por encima de la inflación y, en muchos casos, recompran acciones, además. Qué diferente de lo que hacen muchas empresas de la bolsa española, que acuden al scrip de manera indiscriminada. Además, suelen ser empresas grandes, multinacionales, con presencia en muchos mercados. Tienen un "payout" bajo, por lo que hay bastante margen de seguridad. Sus incrementos de dividendo son pequeños pero constantes. Aquí lo único parecido es INDITEX.
Otra manera de aumentar el YOC de nuestra cartera es comprar empresas cíclicas que estén en horas bajas. Esto es, que hayan reducido su dividendo por el final de su ciclo económico expansivo. Suelen estar, además, baratas en precio. En el futuro, cuando mejore su actividad económica, suelen aumentar su dividendo. Pero aquí es clave el comprarlas en horas bajas. En practicar verdadera inversión contrarian. Es muy duro comprar algo cuando el mercado va en la dirección contraria. Pero muy rentable... Es el caso, en los tiempos actuales, de todas las que tienen que ver con las materias primas.
No nos obsesionemos con la revalorización de la cartera. Aprovechemos ese tiempo que perdemos mirando el broker una y otra vez en leer directamente los informes trimestrales y anuales de nuestras empresas. No todo es indescifrable. Y seguro que nos podemos llevar alguna que otra sorpresa...  

miércoles, 21 de enero de 2015

La importancia de la formación

Uno de los riesgos más importantes para nuestras inversiones en bolsa somos nosotros mismos. Siempre existe la posibilidad de que tomemos decisiones erróneas por precipitación, falta de reflexión y de estudio. Otro de los enemigos imponentes que llevamos dentro es la soberbia "financiera". Básicamente consiste en pensar que todo lo que hacemos está bien, que el tiempo nos dará la razón y que los demás se equivocan.
Una de las mejores maneras de combatir esa soberbia "financiera" es con el estudio y la reflexión. El darnos cuenta de que sabemos muy poco, que nos queda mucho por aprender y que los que genios en esto de la inversión se equivocan pero siempre recomienzan y aprenden de sus errores.
Hace poco leí dos cosas de Warren Buffett que me han dado motivos para la reflexión: que siempre está leyendo y estudiando sobre inversiones y bolsa y que hace poco anunció que con Tesco se equivocó. Reconocer los errores delante de todos sus inversores le honra. A veces esto nos cuesta hacerlo incluso a nosotros mismos. Nos empecinamos en una inversión, ciegos, sin ver que lo que hay que hacer es asumir pérdidas, pasar página y recomenzar de nuevo.
Hace años la información y formación financiera era muy inaccesible. Había que hacer algún curso, leerse los pocos manuales que había traducidos del inglés y "escuchar a los que saben". Hoy hay miles, millones de blogs y páginas web que nos pueden dar esa información, que pueden servir para adquirir cultura financiera. El concepto de "libro" esta evolucionando y ya los formatos digitales conviven con él sin problemas e incluso lo están sustituyendo. Leer artículos y blogs por Internet nos puede dar una buena formación, siempre que, al igual que los libros, los seleccionemos con mucho cuidado.
El estar siempre dispuestos a aprender, a ser flexibles y variar nuestros esquemas según evolucionen los acontecimientos nos mantendrá "jóvenes" en bolsa, actualizados y dispuestos a coger lo bueno de lo que vemos por ahí y a dejar de lado los aspectos negativos que de vez en cuando aparecen.
Hay que APRENDER, APRENDER Y APRENDER. La formación no acaba nunca y según sepamos más, nos iremos dando cuenta de lo ignorantes que somos y cuánto nos queda por conocer. Así seremos menos manipulables por el poder, menos impresionables por lo que nos cuentan algunos periodistas económicos y estaremos dispuestos a dar buenos consejos a los que nos los pidan. Aunque hoy por hoy, en temas finacieros, muchos españoles funcionamos con cuatro ideas que hemos visto en televisión o leído en alguna revista. Con esos cuatro clichés nos creemos siempre en posesión de la verdad y nos es casi imposible reconocer nuestros errores. Nos cuesta mucho argumentar nuestras opiniones (sólo hay que ver 5 minutos un debate televisivo) y nos creemos que el "me gusta/no me gusta" es la medida de la realidad. Las opiniones son irrelevantes si no van acompañadas de argumentos, de datos, de hechos. Soy el primero que se aplica ésto a sí mismo...

lunes, 19 de enero de 2015

Un ejemplo a seguir

Estos días copan las portadas de la prensa económica inversiones "estrella": George Soros por su entrada en Santander, Corporación Financiera Alba y Ferrovial por ser del núcleo de la futura privatización de Aena. Parece que nos los quieren presentar como modelos a seguir por parte de los minoristas, esos cientos de miles de inversores anónimos que somos los que realmente aportamos el capital. No interesa hablar de casos exitosos de inversión si no sirven para que les sigamos unos cuantos miles de nosotros allá donde mandan los dictados del poder económico y financiero. Si alguien cree que estoy exagerando, que repase las hemerotecas con la primera salida de Bankia a bolsa. Casi se nos empujaba a comprar acciones. Era una "cuestión de estado". Un amigo casi me llamó troglodita financiero por no acudir a la salida de Bankia o a la ampliación del Popular. "Vas a dejar de ganar un montón de dinero", me dijo. "Todo el mundo las está comprando". Ni que decir tiene que no compré. Y los resultados están ahí. Creo que no merece la pena ni comentarlos. 
Que nadie dude de que hay un interés por "dirigirnos" indirectamente a aquellas inversiones que interesan al poder y a las grandes empresas. Para ello se sirven, sobre todo, de periodistas económicos  afines y de multitud de nuevos blogs que proliferan al amparo del poder. Menos mal que también hay miles de blogs independientes que decimos lo que nos da la gana. Aquí me gustaría citar al compañero de "Quietinvestment" y su "guerra financiera asimétrica". Gran serie de escritos que muestran claramente como esta es una lucha de David contra Goliat. 
Leo con cierto estupor como hay pequeños inversores anónimos que se dejan contagiar de estas modas pasajeras y, casi siempre por ignorancia, se convierten en "voceros" del poder: que la banca está tocada, que necesita de continuas inyecciones de capital y lógicamente nos reduce el dividendo...Pues nada, hay miles que se ofrecen voluntarios para poner sus ahorros a disposición de la noble tarea de sostener un sistema bancario herido y casi muerto. Una muestra de ello son los cientos de scrip que la banca realiza para inyectarse capital en vena. Y nosotros como incautos nos quedamos con las acciones, aún a sabiendas que los que dirigen el banco prefieren el dinero constante y sonante...Que hay que pagar verdadero dividendo en efectivo...Pues nada, el primer banco de este país hace una ampliación previa por si las moscas...Y nosotros encima estamos deseosos de comprar esas acciones en cuanto salgan al mercado. Pero de esto ya hablaremos más detenidamente en próximos post. 
Soy optimista. Siempre lo he sido y lo seré. Es algo innato. Por eso, cuando más despropósitos veo en mi entorno, más señales para el optimismo y la confianza busco y rebusco. Entre los colegas. En Internet. Entre inversores de prestigio nacionales y extranjeros que sigan nuestra filosofía de inversión. Y los encuentro. Vaya si los hay. Pero apenas se merecen artículos en la prensa económica. No sea que cunda el ejemplo y muchos les sigan y no lleven su dinero donde interesa. Pero están ahí. Dándonos un ejemplo de vida. De lo que podemos hacer si somos libres. 
Hoy quiero rendir un homenaje en este post a AMANCIO ORTEGA. Fundador de Inditex cuando ser un emprendedor en España era de locos. Gran inversor inmobiliario cuando ya no interesa que nadie compre pisos "al contado" en este país, excepto si son de la SAREB. Pues sí, Amancio Ortega como ejemplo de inversión contrarian. De tesón y confianza en uno mismo. De crear desde cero una verdadera empresa multinacional que no ha necesitado de influencias políticas ni de compras manipuladas para su expansión. 
Y como Amancio Ortega hay miles de inversores ejemplares. Muchos anónimos como tú y como yo. Que estamos creando riqueza apostando por lo que nadie apuesta. Que confiamos en el futuro, que está sólo en nuestras manos si actuamos con inteligencia, humildad y, sobre todo, paciencia. 
Un saludo cordial para todos los que leen este blog. Espero vuestros comentarios para ayudarme a ser mejor. Cuento con vosotros...

domingo, 18 de enero de 2015

Un tiempo nuevo

Soy fiel seguidor de los múltiples blogs y foros de bolsa que proliferan en los últimos tiempos en español. En todos ellos he encontrado excelentes análisis fundamentales y técnicos de empresas españolas y extranjeras. Todos aportan cantidad de información objetiva de empresas, análisis de sus balances, suelos en bolsa, etc. A partir de ahí suelen aconsejar un precio de entrada para intentar mejorar el timing personal de cada uno. 
Esto está genial y es imprescindible. Pero echo en falta análisis económicos más profundos, que relacionen la situación económica actual con la bolsa y con la situación económica futura. Esta es la discusión más difícil ya que no suele basarse en datos objetivos, sino en indicios y especulaciones. No tengo bola de cristal, con toda humildad lo digo, pero éste es el objeto de este blog: especular e intentar deducir cómo va a ser el futuro en bolsa a partir del presente. 
Leo una y otra vez que, a largo plazo, la bolsa es la inversión más segura de cara al futuro. Y no les falta razón a los que dicen esto. Pero lo es, en general, entendiendo la bolsa como bolsa mundial, y no focalizándolo en ningún país concreto. Si a muchos inversores griegos en la bolsa griega les dicen hace 20 años lo que iba a pasar en su país, hubieran diversificado a otras bolsas mundiales. Pues es un hecho que, en España, nos encontramos en un tiempo nuevo, y que no se puede pensar en el futuro sólo mirando el pasado. Cuando leo en los blogs algunos precios de entrada, tengo la impresión de que lo hacen, bienintencionadamente, mirando la evolución pasada de las acciones de la empresa, de sus PER, de sus BPAs. Y creo que hacer eso en 2015 es un error, por lo menos en la bolsa española. 
Desde la burbuja inmobiliaria, y mientras no se hagan reformas de calado, la economía española está tocada. Atrás quedaron los años de expansión y de internacionalización de muchas de las empresas del IBEX, hoy verdaderas transnacionales que operan y cotizan en varios mercados. Pero son gigantes con pies de barro, salvo excepciones. Una de sus flaquezas es tener, precisamente, su sede en España y ser españolas. Los inversores extranjeros manejan informes fidedignos y muy bien contrastados sobre el retroceso de las clases medias españolas, el despilfarro autonómico, la corrupción generalizada, las ineficiencias de la Administración o la degradación institucional que padecemos. Esto es nuevo en los últimos 30 años. Y la bolsa no va a reaccionar igual. Los que creen que llegaremos a 16.000 puntos en el IBEX otra vez, pienso que sueñan o que han analizado muy poco la situación económica actual. Sólo con mirar las curvas históricas de precios de las acciones no basta. 
Por eso, al ver los precios de entrada que se aconsejan en estos blogs, soy muy exceptico. Debo serlo porque se trata de mi dinero. Hace poco leí en uno que el autor se conformaba con un YOC en Santander de 3,45%. No está mal para tal y como están los depósitos hoy día. Pero invertir en bolsa, con el riesgo que supone, para tener esas rentabilidades de media, me parece un despropósito. Quedaba mejor reconocer el error y rotar cartera, pero eso es algo de lo que se lee poco en Internet, reconocer los propios errores. Y es parte imprescindible de este juego. No se puede aguantar en bolsa sin estar siempre aprendiendo y sin la humildad suficiente para reconocer equivocaciones, rotar cartera y recomenzar de nuevo. Con el B&H no perderemos dinero de manera inmediata, como con el trading, ya que no vendemos acciones. Lo que pasa es que nuestros YOC irán cayendo según se acumulen nuestros errores. Ahí es donde echo en falta transparencia clara en esas carteras que se exponen en Internet. Mostrar el YOC me parece más representativo que decir una y otra vez la rentabilidad acumulada que llevamos. Dar este dato es sencillo en épocas de subidas de la bolsa. Ya veremos en las bajadas...
Quizá me veáis muy crítico, pero esa es la función de este blog, ser ese pepito grillo que se instale en nuestras conciencias bursátiles y que nos haga plantearnos, una y otra vez, si estamos haciendo lo correcto...

viernes, 16 de enero de 2015

Santander: atando cabos

Según va pasando el tiempo, uno coge distancia de los acontecimientos y los puede ir viendo con cierta perspectiva. Un ejemplo es lo acaecido con el Santander la semana pasada. Las decisiones tomadas por su cúpula directiva pueden desilusionar a muchos, pero no sorprender. Por eso creo que es importante hacer una reflexión, para que no nos vuelva a pasar algo semejante. 
Vamos primero a tener en cuenta varios sucesos que se han conocido esta semana. Quizá el que más ha salido en la prensa ha sido la entrada de George Soros con 500 millones en el Santander. Soros es conocido por ser un especulador más que por ser un inversor a largo plazo. Creo que su entrada es circunstancial y no le veo con vocación de permanencia. Seguro que no coge "papelitos" en los scrip que se avecinan. ¿Y qué consecuencias puede tener esto? Pues que irá inundando el mercado de papel poco a poco, según vaya subiendo la acción del Santander. Esto es una suposición quizá un tanto atrevida por mi parte, pero quizá más realista que los que sueñan con volver a ver el Santander a 7 euros. La cotización del banco va a estar lateral o bajista por mucho mucho tiempo, me temo...
Otro dato al que le concedo gran importancia es al discurso de la presidenta en relación a estos hechos. La precipitación y la urgencia fueron las notas dominantes. Para mí es significativo que se equivocara diciendo que al minoritario le era fiscalmente más interesante recibir el dividendo en efectivo en vez de en acciones, cuando es justo lo contrario. Los accionistas minoritarios le importan poco. Lo suyo son los Soros y compañía. Si su padre levantara la cabeza...
Y el dato más importante sobre el que tienen que reflexionar los que posean acciones del Santander (yo no tengo, ya sabéis, ni bancos ni aseguradoras) es sobre la poca transparencia del banco sobre por qué ha hecho la ampliación. No va a haber compra. Y lo de para crecer rápido suena a frase hecha para tranquilizar a incautos. Santander tenía uno o varios pufos en su balance, y además urgentes de solucionar. No le bastaba con las ampliaciones paulatinas de los scrip. Lo de estar preparados para Basilea III "full loaded" no se lo creen ni ellos ya que quedan por lo menos tres años. ¿A qué tanta prisa y urgencia? ¿Por qué estos modos que atropellan al pequeño inversor? Es un riesgo muy alto permanecer en una empresa con estos problemas de transparencia, y que trata al minoritario tan mal. No creo que Santander sea un caso "Enron" pero va dejando claro que no es una empresa apta para el B&H, en mi opinión.
¿Y que hacer entonces si llevamos SAN en nuestras carteras? Pues si la rentabilidad por el dividendo en efectivo es interesante porque la compramos muy barata, se puede dejar. Pero yo la rotaría antes de que empiece la movida de la deuda pública. Y si la compramos alta, pues aceptar cuanto antes que nos equivocamos, dejar de soñar con subidas quiméricas, aceptar los hechos y salir con las mínimas minusvalías posibles. Cuanto más tiempo tardemos en tomar esta decisión, más dinero perderemos. Y me duele pensar que un fracaso relativo con SAN, para muchos que se inician con el B&H, va a ser difícil de asimilar. Con cosas así se aprende mucho, se madura en bolsa, se pierde la inocencia, y se está preparado para realizar más y mejores inversiones. Hay vida después de Santander, no lo dudéis...

miércoles, 14 de enero de 2015

Las "commodities"

La inversión en materias primas y productos básicos sin elaborar es uno de los tipos de inversión más antiguos que se conocen. Desde los orígenes de la agricultura han existido los acaparadores de grano y los intermediarios en la venta de materias primas textiles. Se trata de una práctica muy simple. En esencia consiste en comprar productos no perecederos (o que aguanten bastante tiempo sin corromperse) cuando están baratos, en épocas de abundancia, y venderlos cuando están caros en épocas de escasez. 
Este tipo de prácticas, completamente lícitas, se siguen dando en la actualidad. Hay superpetroleros que están cargando petróleo estos días con la idea de venderlo cuando suba. Este tipo de acaparamiento es tremendamente arriesgado. Hace falta claramente una bola de cristal para saber cuándo va a subir el bien en cuestión. Además, almacenar petróleo es caro y no se puede hacer ilimitadamente. 
Menos arriesgado por sus menores costes de almacenamiento o riesgo de que se corrompa la materia es el mercado de metales preciosos. Pero el principio de inversión sigue siendo el mismo, comprar cuando esta barato y vender cuando esté caro. 
A mí este tipo de inversión no me gusta. Me parece muy improductiva y altamente especulativa. Además de muy arriesgada y de necesitar altas dotes de adivinación para el futuro.  
Desde hace un par de años sigo el mercado de las "commodities" pero con otro enfoque. No quiero invertir directamente en ellas sino en empresas que las produzcan y comercialicen. O que hagan una primera transformación de las mismas. Es menos arriesgado, se genera riqueza pero no es tan lucrativo. Las "commodities" terminaron en 2011 un súper ciclo expansivo de precios que comenzó cerca del año 2000. Los precios han caído desde entonces más de un 50% en la mayoría de ellas. 
Yo sigo tres sectores en los que ya estoy invirtiendo:
-Petróleo. Me interesan grandes compañías bien posicionadas. Con parte importante de "downstream" para diversificar. Me he fijado en las dos grandes norteamericanas, Chevron y Exxon. En España sigo a Repsol. 
-Minería. Por los bajos precios se está dando un alto grado de concentración en el sector. Me interesan compañías grandes, con situacion destacada en el mercado. Sigo actualmente a Vale, BHP Billiton y Río Tinto. Producen mineral de hierro, niquel, cobre, etc. En España no sigo ninguna. 
-Agricultura. En este sector las compañías norteamericanas son la referencia por su tamaño y tradición. Tengo en el radar a Philip Morris en la actualidad. 
Todas ellas están baratas porque lo que producen y venden está barato. Pero a pesar de ello tienen beneficios y reparten un dividendo aceptable. Su historial es impecable y no están quebradas (todo lo contrario) a pesar de estar en horas bajas. Y cuando lo que produzcan suba de precio, sus beneficios y el BPA también subirá. 
Ahora bien, que nadie piense que con estas empresas se va a hacer rico en dos días. Son posibles activos para aumentar, en el futuro, la rentabilidad de nuestras inversiones. Además hay que saber inglés para leer directamente los informes de las compañías y tener un broker con acceso a mercados internacionales a buen precio. Y seguir los artículos que se publican en la prensa anglosajona. 
Diversificar por países y sectores tiene sus servidumbres. Salir del horizonte de España cuesta, pero merece la pena...



domingo, 11 de enero de 2015

Inversión contrarian

Desde hace varios años, uno de los criterios que aplico en mis inversiones es el de buscar aquellos activos que están en horas bajas, esto es, en la curva de mínimos de su ciclo de precios. Es hacer exactamente lo contrario de lo que hace el gran público o de lo que recomiendan muchos analistas y expertos económicos. No hace falta decir que esto requiere bastante estudio, análisis de datos, recogida de información y, por supuesto, sangre fría. No es nada fácil hacer lo contrario de lo que hace mucha gente. Pero es muy rentable, os lo digo por experiencia. Y, en contra de lo que pueda parecer, si se eligen buenos activos, es poco arriesgado. Arriesgado es comprar Santander a 6. Eso sí es arriesgado...
Aquí se cruzan los caminos con otros estilos de inversión. Por ejemplo la inversión VALUE. Se trata de elegir bienes o empresas buenas, de gran valor, cuyo precio haya tenido un bajón por un bache o por un final de su ciclo expansivo. No abundo más en el tema, porque estoy seguro de que lo conoceréis. La inversión CONTRARIAN está muy estudiada y no os voy a enseñar nada nuevo. 
Vamos a lo que nos interesa, ¿cómo podemos aplicarla en las condiciones actuales unos pobres españolitos de a pie? Pues es bastante simple, entre otras cosas por la poca cultura financiera que hay en nuestro país, que hace que muchas veces seamos en este tema muy "borreguiles", esto es, que nos gusta la seguridad de hacer lo que esta de moda, seguir a unos cuantos gurús iluminados y no separarnos de lo que hace la gran mayoría de nuestro entorno. Y soy el primero que se mete en este grupo, ya que lo he hecho muchos años. Pero no siempre. 
Bastará con ver qué no compra la mayoría de la gente. Empecemos por activos no bursátiles. ¿Qué bienes han salido de una gran burbuja y se encuentran "tirados" de precio? Pues, en España, los inmobiliarios. Cuando todos echan pestes de comprarse un piso, una plaza de garaje o un trastero, es el momento de hacerlo. Y no para especular con su precio en el futuro (no me gusta nada la especulación pura y dura ni la cultura del pelotazo). Se pueden adquirir para alquilar, por ejemplo. 
En la bolsa española también hay buenas ocasiones. Olvídate de los Santanderes, BBVAs y Bankias.  Muchos analistas que los recomiendan suelen estar indirectamente en su nómina. También de los que son o se comportan como "chicharros": Sacyr, Gamesa, FCC o Abengoa. Mira compañías buenas que están en horas bajas. Que nadie comenta porque su dividendo es moderado o porque su precio subirá a muy muy largo plazo. A mí me vienen, a bote pronto, varios nombres que sin duda te sonarán: Indra, Repsol, Zardoya Otis, Duro Felguera...
Pero si quieres que te sea sincero, aunque sigo estas compañías, no creo que las compre en 2015. Porque pienso que la bolsa española va a bajar y me planteo hacerlo aún mas barato. No tengo prisa. 
Donde ahora tengo puesta mi mirada es en empresas que trabajan con bienes que han terminado un "súper ciclo" y que han salido de una burbuja brutal. A nivel internacional. ¿Lo has adivinado ya? Pues serán el objeto de mi siguiente entrada...

viernes, 9 de enero de 2015

Santander: dudas razonables

Hola. Escribo esto cuando el Santander cae un 12% debido a su ampliación y a la nueva política de dividendo. No se trata aquí de poner un "ya te lo decía yo" como veo en otros blogs y artículos de prensa económica. Muchas veces no lo ves venir hasta que pasa. A mí me ocurrió con Telefónica y no creo que me vuelva a pasar. Siempre desconfío de los dividendos excesivos, de las revalorizaciones galopantes, de los pelotazos bursátiles. Estoy en la bolsa no para enriquecerme ni demostrar que soy el más listo de la clase. Ni para ser independiente ni dependiente financieramente hablando. Estoy para obtener una buena rentabilidad por mis activos. Y para ello es imprescindible el largo plazo, la paciencia y estar vigilante. No me enrollo.
Lo que me gustaría en este post es ir más allá del hecho en sí, ver lo que hay detrás de todo. Ya sé lo que dice el Santander de todo esto. Pero lo que me preocupa es lo que no dice. Y la verdad es que me surgen muchas preguntas y dudas sobre ambas medidas. Como soy ingeniero, las enumero:
1. Se anuncian a la vez dos medidas que no están claramente relacionadas. Cuando Telefónica cambió drásticamente su política de dividendo, no hizo ampliación de capital. ¿Por qué anuncirlas a la vez?
2. Recortar los dividendos, por muy falsos que estos sean, es una mala noticia (he leído a muchos palmeros del Santander que es una buena noticia. ¿Para ellos?¿Para el banco?). Y se anuncia junto con una noticia, la de la brutal ampliación (10% del capital) que de por sí no es ni buena ni mala. Da la impresión que el banco ha querido matar dos pájaros de un tiro y dar todas las malas noticias juntas. Entonces yo me pregunto: ¿la ampliación es una mala noticia?
3. Que un banco haga una ampliación para comprar otro banco (como hizo hace poco el BBVA en Turquía) es una regular noticia. Buena sería si lo hiciera en efectivo. Regular, para el accionista, es si diluye la acción con la promesa de que el BPA en el futuro subirá gracias a la contribución de la nueva empresa comprada. En este caso que nos ocupa, ¿qué nuevo banco va a comprar el Santander? Leo en las declaraciones de los responsables de la entidad que es para crecimiento orgánico, esto es, que no hay adquisición. Entonces la ampliación del Santander es una mala noticia para el accionista. Se mire por donde se mire. Y a otro incauto con eso de que habrá subidas futuras del BPA. Eso conmigo no cuela.
Santander ha demostrado que el accionista minoritario le importa un pepino. Y que no es de fiar, como tantos otros. Yo le pongo en mi lista particular de malos dadores de dividendo y maltratadores del minoritario: Telefónica, Tesco, ACS, Endesa, etc.
Si al final los fondos internacionales van a tener razón, esto de las grandes empresas que heredan los hijos de los padres no funciona en muchos casos. Y si no que se lo pregunten a la gente mayor timada por los bonos respaldados por barricas de roble (jajaja, me moriría de la risa si no hubiera tanto damnificado) de la Nueva Rumasa. Se ve que los hijos (sólo varones) de Ruiz Mateos son tan buenos empresarios como lo fue su padre...
Miraré Santander con otros ojos cuando lo dejen los Botín. Al igual que ACS cuando lo deje Florentino. No comprendo como un tío casi arruina una empresa del IBEX con su obsesión loca por Iberdrola y sigue de presidente.
Cuánto nos queda por aprender de cultura financiera en España...

martes, 6 de enero de 2015

Mirando a Grecia

Parece que estos días los mercados están un tanto revueltos, entre otras cosas, por la posibilidad real de que en Grecia gane el populismo y este hecho termine derivando en una salida del país del euro. Esto no es nuevo. Lo que realmente ha cambiado respecto a 2012 es que esta vez Alemania está dispuesta a dejarla caer. Así de simple. Grecia no va a tener una segunda oportunidad, si gana la izquierda radical.
He querido titular este post MIRANDO A GRECIA, no porque crea que estamos como Grecia o porque haya riesgo real de una salida de España del euro. Hoy por hoy esa posibilidad me parece muy remota. Pero he querido llamarlo así porque España se parece cada día más a Grecia. Poco a poco nos vamos deslizando por un plano inclinado que va haciendo nuestra economía y nuestra sociedad más parecida a la griega. Veamos algunos signos preocupantes:
-Nuestra deuda pública poco a poco va engordando y está a punto de pasar la barrera del 100% del PIB. Recuerdo que la deuda de Grecia estaba en el 120% del PIB no hace muchos años y muchos economistas se llevaban las manos a la cabeza.
-Nuestra deuda pública, al igual que la griega, depende mayoritariamente de financiación exterior. En este punto nos diferenciamos de Bélgica, Italia, USA o Japón.
-Falseamiento de estadísticas económicas permitidas por Bruselas. Es el caso de la deuda pública española oculta en sociedades públicas o semi públicas.
-La bolsa española, al igual que la griega, no tiene la misma dinámica que otras del continente. Atrás quedaron antiguos máximos y mínimos que nunca volverán. Estamos ante un tiempo nuevo.
-Han proliferado numerosos casos de corrupcion en todos los partidos y a todos los niveles. No se salva ni la Corona.
-Aparecen movimientos populistas que coquetean, en sus postulados máximos, con dejar de pagar toda o parte de la deuda, dispuestos a asumir las consecuencias que tiene (el que se cierre el grifo de la financiación externa y tener que volver a la propia moneda para poder pagar las nóminas de funcionarios y pensionistas).
-Sector público (incluyendo las estructuras políticas) sobredimensionado y con bastantes ineficiencias.
-Incapacidad para poner en marcha reformas profundas si no es con presión externa. Un ejemplo: en España llevamos mucho tiempo oyendo hablar de fusionar ayuntamientos y eliminar diputaciones y no se ha hecho nada por electoralismo.
-Sociedad basada en el clientelismo y enchufismo. Los mejores deben emigrar. Véase el caso de la ciencia en Grecia y en España. Y lo peor es que una vez colocados fuera y aceptados por sus nuevos países de adopción, no quieren volver. Y con razón.
-La construcción y el turismo como uno de los principales pilares económicos en ambos países.
-Y por último, y bastante importante, a pesar de ser uno de los grandes países del euro, no formamos parte de su núcleo duro. La política económica dictada por Bruselas se hace mirando los intereses de los paises centrales de la Unión y no los de los periféricos. Un ejemplo son los tipos de interés del BCE. Para España y Grecia, antes de 2005, han estado demasiado bajos durante demasiado tiempo. Pero era la época en que Alemania necesitaba financiación barata para implementar sus reformas.
Lo dicho, hay que seguir mirando a Grecia atentamente, aunque sea por el retrovisor...


jueves, 1 de enero de 2015

Y la burbuja de deuda pública estalló...

Hemos hablado estos días de como al reventar una burbuja de deuda pública (la de las hipotecas subprime era de deuda privada), los primeros afectados serían bancos y aseguradoras, fondos de inversión y todos los instrumentos de ahorro colectivo incluyendo fondos de pensiones. En general, todos los poseedores de deuda soberana de España. Pero el terremoto no acabaría ahí. En una segunda oleada se vería afectada toda la deuda pública emitida en España, incluída la del fondo eléctrico para financiar el déficit de tarifa y de todas las empresas públicas y semi publicas a todos los niveles (nacional, autonómico y local). Un castillo de naipes muy bien construido pero que caería entero.
En una tercera oleada, la deuda privada también se vería muy afectada. Para empezar la de todas esas grandes empresas, muy endeudadas, y que representan a la marca España a nivel internacional: Telefónica, Iberdrola, Enagás, ACS, SACYR, Ferrovial, OHL, Albertis, etc.
Y como es el objetivo de este blog, no nos quedaremos sólo en esto. Nos preguntamos, una y otra vez, cómo podemos poner a salvo nuestras inversiones. Y la respuesta vuelve a ser la misma: diversificar, disminuir el riesgo de poner todos nuestros ahorros en la cesta de un solo país. Hay que apostar por España y las empresas españolas, claro que sí. Pero no más de lo que yo haría por empresas americanas, británicas, alemanas o australianas. O de países emergentes con seguridad jurídica como Brasil o México. Tenemos que globalizar nuestra inversión desde el primer momento. Y no sólo por países, sino por sectores, vehículos de inversión y por tiempo. El tener todo en la bolsa, o repartido entre la renta variable y la renta fija, también es un riesgo.
¿Y de que otros instrumentos de ahorro nos podemos servir para diversificar respecto a la renta fija y la renta variable? Pues hay muchos y accesibles legalmente desde nuestro propio país: propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda habitual (que a diferencia de lo que mucha gente cree no es una inversión), fondos y empresas vinculados a materias primas, el oro y divisas, preferentemente el dólar y la libra esterlina. También podemos apostar por fondos vinculados a empresas tecnológicas, sanitarias o en países en vías de desarrollo. En REITs, como recientemente nos han explicado y recomendado en otros blogs como DON DIVIDENDO.
Pero hablar de estos instrumentos de inversión alternativos (o complementarios) a la renta fija y la renta variable da para varios post. Lo dejaremos para otro día, querido lector. Y mientras, que el analizar y meditar sobre estos posibles nubarrones que se ciernen sobre nuestros ahorros no nos impida disfrutar el día a día y de estas fechas tan señaladas. Que tengáis todos una feliz entrada en 2015...